"Mitos y realidades de la esterilización..."
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Mito 1: Si lo esterilizo, no voy a dejar que cumpla su ciclo vital.
Las mascotas tienen una sexualidad dictada por las hormonas, no existe una relación consiente con la reproducción como parte necesaria de un bienestar emocional. La reproducción es un instinto de supervivencia de la especie, pero sólo es válido cuando existe peligro de extinción; cuando el problema es la sobrepoblación de una misma especie, se debe cortar de tajo su multiplicación.
Mito 2: Quiero tener un hijo de mí querida mascota para que sea igualito a él.
En primera, debemos considerar que cuando decidimos reproducir a un perro o a un gato tenemos que pensar que no solamente nacerán 1 o 2 cachorros. Nacerán en muchas ocasiones desde 6 hasta 12 o más, y debemos de pensar que estos animales merecen una casa en la que tengan seguridad, cuidados, cariño y lo más importante de todo, permanencia. Ya que de cada 10 cachorros de raza, únicamente al año de vida 2 permanecerán en su casa original, según las estadísticas. Esto resulta en el abandono de los otros 8 cachorros los cuales terminarán su vida en la calle, en refugios o bien en un antirrábico.
Además, cada animal tiene su temperamento diferente. Nada nos garantiza que la descendencia de nuestra mascota será exactamente igual a ella; ni siquiera la clonación podría hacerlo. Por lo tanto, cuando nuestra mascota muera o esté a punto de cumplirse su ciclo de vida, es mejor adoptar una nueva mascota de esas que esperan ansiosamente conseguir un hogar en los asilos que quitarle la oportunidad a cinco o seis trayendo al mundo otros cachorritos nuevos.
Mito 3: Yo les buscaré buenas casas a todos los cachorros
La mayoría de las personas que cruzan a sus mascotas tienen buenas intenciones para los cachorros y las expectativas de venderlos o de acomodarlos son muy buenas. Desafortunadamente es muy difícil poder colocar bien a los cachorros y casi nunca suele ser esto un buen negocio. Generalmente los dueños de la mascota terminan por tener a los cachorros mucho tiempo elevando los gastos del cuidado de estos y terminan por regalarlos a cualquier persona dispuesta a llevárselos; desafortunadamente esto resulta en dueños poco comprometidos con sus mascotas las cuales perderán su hogar una vez que crezcan y causen cualquier molestia o bien pase la emoción de tener al cachorro. Las estadísticas indican que los animales adquiridos compulsivamente sólo serán atendidos un máximo de dos años y después terminarán en las calles. Recuerda que la mayoría de la gente quiere al animal para complacer los caprichos del 'escuincle' de la casa. Algunos niños no han sido educados para tener respeto por la vida ni responsabilidad por un nuevo miembro de la familia, así que cuando crecen el niño ya se aburrió de ellos o los papás están hartos del animal, lo abandonarán en las calles y en el 'mejor' de los casos, irán a 'dormirlo', si es que están dispuestos a pagar los gastos de la eutanacia y el entierro o cremación.
Mito 4: Para que mis hijos tengan la oportunidad de ver como nacen los cachorros.
Debemos pensar en los puntos anteriormente mencionados qué haremos con los cachorros. Además es muy poco probable que la perra o gata preñada vaya a hacer el show cuando estén presentes los niños: las madres generalmente buscan esconderse para tener tranquilidad durante el parto.
Mito 5: Mi mascota es de gran calidad y creo que vale la pena cruzarlo.
La mascota debe de tener las características físicas y temperamentales deseables o ideales para una raza, además de haberle realizado pruebas para descartar enfermedades genéticas y hereditarias las cuales deberán ser dictadas por la raza de la que se trate este. Si se quieren los perros para venderlos a un 'buen precio', se está comerciando con una vida. ¿Qué piensas tú de la prostitución infantil o del comercio de niños?, pues es exactamente lo mismo, sólo que a los seres humanos las leyes los protegen ampliamente, y en el caso de los animales, éstas son muy ambiguas o inexistentes. Si los quieres para concurso, pues tendrías que cubrir mil y un requisitos, que si el padre no los cumple, los hijos mucho menos. México es uno de los países más estrictos en cuanto al control de pureza en las razas de los animales, aunque no lo sea así en el control de la reproducción en las calles.
Mito 6: Si no dejo que mi perra/gata tenga al menos una camada, le va a dar cáncer.
¡Totalmente falso! Por el contrario, la esterilización en las hembras disminuye la presentación de cáncer de mama en un 25% . Además, previene la presentación de Piometra o infección uterina (esta infección se presenta sin importar si la perra o gata se haya cruzado alguna vez, nunca o varias veces, la razón por la que se presenta esta patología es la presencia de las hormonas relacionadas al ciclo sexual de la perra no esterilizada, cada celo que pasa, incrementa el riesgo).
El uso de inyecciones hormonales para evitar el celo tienen efectos secundarios muy severos dentro de los cuales se incluye la piometra pero también otras como diabetes, tumores mamarios, enfermedades de la vesícula biliar y agresión.
El realizar la cirugía en una perra antes del primer celo tiene la ventaja adicional que la paciente por su edad se recuperará con mayor rapidez y el riesgo anestésico es menor que en una perra enferma o vieja.
En el caso de los machos, evita la presentación de enfermedades de la próstata como infecciones, inflamaciones, abscesos, quistes, presentación de tumores de la región perineal, tumores testiculares y hernias perineales. Previene la constante cruza del macho que sale a la calle y el adquirir enfermedades sexualmente transmitidas que pueden ser mortales.
Mito 7: Si esterilizo a mi mascota, se volverá floja, arisca y engordará mucho.
En muy raras ocasiones el comportamiento del animal cambiará para volverse flojo. Eso puede venir por una depresión post-operatoria si uno no le brinda el cariño y la atención adecuada para su recuperación. Recordemos que nuestras mascotas nos consideran también su familia y lo peor que les podemos hacer es dejarlos solos en un periodo en el que necesitan apapacho, y no porque estén conscientes de lo que han perdido, sino porque la herida no deja de molestarles.
Algunas mascotas tienden a subir de peso después de la operación puesto que sí se produce una ligera disminución en la taza metabólica, se les puede contra restar disminuyendo un 25% la cantidad de alimento que consumen diariamente, cambiarles su alimentación por las variedades para animales esterilizados o que hagan ejercicio regularmente.
Mito 8: El comportamiento de mi perro va a cambiar.
En lo único que puede cambiar es que, en la mayoría de los casos, los animales tenderán a vagar menos en las calles, se salvan de infecciones de transmisión sexual y no marcarán su territorio. Algunos machos con problemas de agresión pueden mejorar ya que la agresión puede verse ligada con niveles de testosterona, pero esto no quiere decir que se afecte el comportamiento del perro guardián; éste permanecerá intacto.
Mito 9: No quiero arriesgar a mi mascota a los peligros de una operación.
Es cierto que toda operación tiene un riesgo, pero sólo si tu veterinario no es lo suficientemente capaz para reducir los riesgos. La esterilización de una mascota hembra tiene una duración aproximada de 20 a 45 minutos y la de un macho es de 15 a 25 minutos. Esta cirugía se puede realizar a partir de los 4 meses de edad y en cualquier momento de la vida del animal y entre más temprano se haga, los riesgos de anestesia son menores y el proceso de recuperación es más rápido.
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