miércoles, 10 de marzo de 2010

DIARIO DE UN PERRO

DIARIO DE UN PERRO







Semana 1:
Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!

Mes 01:
Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.






Mes 02:
Hoy me separaron de
mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós.
Esperando que mi nueva 'familia humana' me cuidara tan bien como ella
lo había hecho.

Mes 04:
He
crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa
que para mí son como 'hermanitos' Somos muy inquietos, ellos me jalan
la cola y yo les muerdo jugando.




Mes 05:
Hoy
me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice 'pipí' adentro de la
casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en
la recámara... ¡y ya no me aguantaba!

Mes 12:
Hoy
cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo
que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí.



Mes 13:
Qué
mal me sentí hoy. 'Mi hermanito' me quitó la pelota. Yo nunca agarro
sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy
fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me
encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a
tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que
pasa.

Mes 15:
Ya
nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya
no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando
llueve no tengo techo que me cobije.



Mes 16:
Hoy
me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan
contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de
eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la
carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé
feliz creyendo que haríamos nuestro 'día de campo'. No comprendo por
qué cerraron la puerta y se fueron. '¡Oigan, esperen!' Se... se olvidan
de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas Mi angustia crecía
al dadme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me
habían olvidado.



Mes 17:
He
tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y
estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con
tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde
el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como
ninguno. Pero solo dicen 'pobre perrito', se ha de haber perdido.



Mes 18:
El
otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis
'hermanitos'. Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una
lluvia de piedras 'a ver quien tenia mejor puntería'. Una de esas
piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.

Mes 19:
Parece
mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy
muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me
saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.



Mes 20:
Casi
no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los
coches, uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado
'cuneta', pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor,
que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero
solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no
me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a
ladera del camino.



Mes 21:
Tengo
10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo
mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar
húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y
ni me ve; otras dicen: 'No te acerques' Ya casi estoy inconsciente;
pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz
me hizo reaccionar. 'Pobre perrito, mira como te han dejado', decía...
junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo:
'Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que
deje de sufrir.' A la gentil dama se le salieron las lágrimas y
asintió. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole me ayudara a
descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para
siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería



La
solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No conviertas
en problema una grata compañía. Ayuda a abrir conciencia y así poder
acabar con el problema de los perros callejeros.

1 comentario:

  1. hola mi nombre es rocio y hoy 23 de marzo encontre una perra perdida en la plata, es manto negro y no debe tener mas de un año, la encontre en la plza moreno, tiene collar rosa, si saben de alguien q la este buscando avisen a este mail rocio_serravalle@hotmail.com gracias!!

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